jueves, 24 de mayo de 2012

¿En qué mundo vivimos?


¿En qué mundo vivimos?

No sé por qué he acabado decantándome por esta pregunta, creo, que porque en el fondo engloba la mayoría de nuestras preguntas (o si no, al menos de las mías).
¿Qué es esto? ¿Existe o es solo un sueño? ¿Si es un sueño, no es a su vez real también?
Lo que nosotros tenemos como concepto del mundo es más o menos eso que nuestro profesor de CMC intenta explicar entre otras cosas superfluas, un planeta que surgió hace un montón de millones de años pero que ha estado la mayor parte del tiempo poblado por organismos muy simples. Si comparásemos la vida de nuestro planeta con un año, nosotros apareceríamos en el último minuto del último día de diciembre. Bueno, esto, si digo la verdad puede ser mentira o verdad, ya me pueden decir misa que yo no puedo certificarlo. Bueno, ya que me he situado en la insignificancia temporal de nuestra existencia voy a pasar a reflexionar sobre lo que somos nosotros, los seres humanos.

Los seres humanos, somos la vida inteligente, una gran novedad que no se ha visto en toda la historia del planeta, muy guay. Creo que lo único que  nos diferencia de los animales que es que tenemos sentimientos, aunque de esto no estoy muy segura, porque yo aseguraría que hay veces que los animales tienen más sentimientos que muchas personas que conozco. Ellos se guían por instinto, podría ser un argumento en contra, pero ¿no hacemos muchas de las cosas por instinto nosotros también?
“El ser humano lo que tiene es alma” Bueno, de aquí no puedo dar una respuesta muy tajante, porque ni el mejor científico puede probar esto. La verdad es que me gustaría creer en eso del alma, creo que es una idea más bonita y esperanzadora que pensar que simplemente somos un conjunto de órganos, sangre, corazón y cerebro. Si alguna de estas cosas fallase no seríamos nada, físicamente hablando, el alma supuestamente trasciende y va más allá de la muerte (o eso es lo que tengo entendido) luego, si crees en el alma, crees en que hay algo después de la muerte. Mi cerebro, o sea, yo, cambio completamente de opinión sobre la mayoría de las cosas, puede que hoy crea que el alma no existe y que mañana me de una crisis existencial y me vuelva una persona totalmente crédula. No se sabe.

Nosotros mismos, o nuestro cerebro, necesita auto engañarse para conllevar lo que es en sí la vida. Es muy duro aceptar que eres un organismo insignificante, que tu existencia no vale nada, que el tiempo pasa por ti a una velocidad que no se puede ni apreciar y que el mundo seguirá después sin ti. Creo que es por eso por lo que mucha gente cree en algún dios, necesitan buscarle un sentido a su vida, no les culpo, posiblemente algunos sean mucho más “felices” así.
En cuanto a la libertad del ser humano, creo que no debería calentarme mucho más la cabeza sobre este tema, cada cinco minutos tengo una opinión diferente, puede que sea porque soy adolescente y eso es lo que pasa, o en sí porque el ser humano es un ser indeciso. Mira, no se si alguna fuerza superior del tipo que sea nos controla, no se si alguien a nuestro mismo nivel nos controla o si somos nosotros mismos los que nos controlamos y no nos damos ni cuenta. Me debato a diario entre la elección de la pastilla roja y azul (véase película de Matrix) y la verdad no se por qué, porque no hay ninguna posibilidad de elección, esto son lentejas, si quieres las tomas y si no las dejas. Una pena.

Yo no me fío del ser humano en general. Hay mucha gente que opina que si se apartasen a unos recién nacidos de la sociedad actual se podrían criar de otra manera con la educación adecuada y así se conseguiría una sociedad mejor. Sería muy guay que fuese verdad, yo no me lo creo, porque sigo creyendo que en nuestro fuero interno somos animales salvajes, aunque la verdad, a lo mejor no estaría mal que nos criásemos como animales salvajes haciendo lo que nos viniese en gana. En todo, caso, para bien o para mal, en la sociedad que me he criado y con la educación que he recibido no me fío de ningún ser humano. Veo nuestra maldad a cada minuto, somos peor que el más peligroso de los parásitos, nos aprovechamos los unos de los otros peor que cualquier otro organismo vivo (Yo me meto en el saco). Esto me hace recordar (no se por qué) la pregunta que Chloe eligió, creo que era algo asi de: “¿puede alguien llegar a odiar su vida? La verdad es que me dieron ganas de gritarle, porque yo en muchas ocasiones odio la mía, creo que la odio porque se lo que soy, porque veo en mi a veces muchas de las cosas que detesto del ser humano y eso es lo que me hace darme cuenta de que no puedo escapar de lo que soy aunque quiera.
Tengo dos opciones, hundirme en la misma miseria o elegir la opción "fácil",  la política de subsistencia. Al fin y al cabo, la vida son dos días tanto para lo bueno como para lo malo, así que elijo la opción de auto engañarme a veces y hacerme creer que soy o puedo ser, feliz. Que a lo mejor, si consigo ser feliz de verdad, pero creo que llegará un momento en el que no podré diferenciar la verdad con lo que mi cerebro quiere que sea verdad.  .

Como dices tú (me dirijo a ti, profesor de filosofía) el ser humano es un ser curioso, que se hace preguntas. Bueno, pues estoy hasta las narices de hacerme preguntas, preferiría ser una anémona
Tras soltar esta cantidad de cosas que he ido escribiendo sin pararme a pensar mucho (creo que me he liado yo misma) , ya que odio pensar las cosas antes de escribir, me quedaré otro rato con el mal cuerpo que me deja escribir todas estas cosas. (No se si todo tendrá mucha relación con lo que es en sí la pregunta, pero creo que es más importante la reflexión de el problema que sobre que reflexiones en sí).